El olor a sudor era tan fuerte que la invadía completamente la garganta. Odiaba ese olor. El olor a alcohol de su aliento era tan repugnante que la provocaba náuseas. Odiaba ese olor. El olor a tabaco que desprendían sus ropas era el fruto de la suciedad acumulada durante muchos días. Odiaba ese olor. No podía respirar. Sus ásperas manos la estaban apretándo la garganta. Se asfixiaba.
Me encanta ese pedazo de misterio que dejas en cada microrelato es como si dieras libertad al lector de imaginar con mas fuerzas la realidad del microrelato, y tambien permites imaginarse o sentirse como el sujeto principal, me encanta!!! Date un paseo por mi blog y tambien dame tu opinion sincera, te espero!!!
ResponderEliminarhttp://aullidosdeantonio.blogspot.com/
oh! O.O
ResponderEliminarmuy hermoso n.n
Me gusta ese misterio que le das.
el dueño de ese olor nauseabundo ¿la esta ahorcando con sus manos? ¿o solo es metaforico?
Tan solo es el deseo de ternele muy lejos
ResponderEliminar